jueves, 29 de marzo de 2018

Antonio el jobo macho suizo



Míralo pues, la sanción de Suiza a Venezuela, ha preñado de felicidad a Antonio Ledezma. El conocido, también como Jobo Macho, ha dicho que “las sanciones como las dictadas hoy en Suiza si ayudan a que Venezuela supere la catástrofe humanitaria”. Ese Ledezma, es el mismo que en 1989 apoyó el Caracazo, con la muerte de más de 6.000 venezolanos. Es el mismo Ledezma que en 1992, como Gobernador de Caracas fue autor de la masacre del Retén de Catia, cuando manda a asesinar a 200 presos. Es el mismo Ledezma que fue destituido como Gobernador del Distrito Federal, cuando Carlos Andrés Pérez es defenestrado de la presidencia de la República, por la extinta Corte Suprema de Justicia, por malversación de fondos públicos y desfalco,  para financiar la campaña electoral de políticos extranjeros como Jaime Paz, en Bolivia, y Violeta Chamorro, en Nicaragua y a la contrarrevolución de ese país. Es el mismo Ledezma que ordenó los allanamientos a la Universidad Central de Venezuela, calificando a los estudiantes de delincuentes por andar encapuchados.
Es el mismo Antonio Ledezma que siendo alcalde del municipio Libertador, en 1995, dirigió personalmente la repatriación de una gran cantidad de inmigrantes indocumentados, por calificarlos de indeseables en las calles de Caracas. Es el mismo Ledezma que ordenaba utilizar la ballena y gases lacrimógenos para agredir a la tercera edad. Es el mismo Antonio Ledezma destituido por Primero Justicia como alcalde metropolitano de Caracas, el 22 de noviembre de 2017.
Por lo visto, todos esos hechos demuestran el talante democrático de Antonio Ledezma. No importa. A Ledezma lo hace feliz la sanción de Suiza. Será que aprovechó revisar las cuentas que tiene en la banca de ese país. Digo yo.
Suiza como Panamá, son paraíso donde la inversión y la colocación de dinero están protegidas. En el primer caso, es el paraíso bancario donde se protege la identidad de los cuentadantes.
En el caso de Panamá, la confidencialidad de las transacciones, libertad de movimiento de capitales, tributación baja, todo en un entorno de estabilidad política y económica tiene garantía plena de silencio financiero. Especialmente con los Panamá Papers. Con razón el presidente de Panamá, Juan Carlos Valera, ha dicho que no reconocerá las elecciones venezolanas del 20 de mayo, porque, precisamente, algunos de los cabecillas de esa entelequia que se llama Frente Amplio por una Venezuela Libre, tiene registrada una fundación en ese país. Se trata de Julio Borges, presidente de una Fundación denominada Gaudeamus Igitur, con un aporte inicial de10 mil dólares.
Volviendo a Antonio Ledezma y su felicidad suiza, es quizás, porque allí se residenció en 1964 Rómulo Betancourt, luego de dejar la presidencia de Venezuela. Seguramente el frío de los Alpes le ha impregnado un soplo de reencarnación betancoriana, por aquello de ser presidente en el exilio, tal como fue exigido por el abogado Carlos Ramírez López al Tribunal Supremo de Justicia, instalado en Nueva York y auspiciado por Luis Almagro, ministro de Colonias del gobierno norteamericano en la Organización de Estado Americanos.
Antonio Ledezma, a lo mejor en su visita a Suiza se reunió con la gente de Nestlé, para que busque una fórmula que cree un dulce de jobo macho. Sino pregúntele a Mitzy Capriles, quien se ha hecho la suiza durante 25 años.



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