sábado, 7 de julio de 2018

El fantasma de Miguel de Larrazábal en Fedecámaras


El presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, cuyo apellido, oriundo de Guipúzcoa, provincia vasca, como los Mendoza, Machado, Zuloaga, es probablemente descendiente de Miguel de Larrazábal, condenado a cuatro años por holgazán, conocido hoy como vago, a navegar en un barco, recluido en un calabozo, entre Europa y América  por aprovecharse de las riquezas producidas por la Compañía Guipuzcoana, ha dicho que Venezuela ha retrocedido 70 años en su geopolítica, llámese económica, social y política, cuestionando y radicalizando su posición peor que Jorge Roig, su antecesor en la presidencia de esa franquicia que reúne a quienes han explotado a este país bajo el nombre de Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) .
El señor Larrazábal, quien constantemente habla de cambiar el modelo político, para modificar la economía nacional, es uno de esos holgazanes que siempre ha gustado navegar en las aguas del gobierno, producto, quizás, de esa herencia marinera de los Larrazábal.
Carlos Larrazábal, actual presidente de Fedecámaras, no puede compartir el modelo político de la revolución, por su innegable formación académica adquirida en The University of Dallas, en Cornell University - Johnson Graduate School of Management, es decir con una cultura universitaria adquirida en los Estados Unidos no puede compartir la propuesta revolucionaria de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Carlos Larrazábal González Delfino es hijo de Eduardo Larrazábal Berrizbeitia, quien en sociedad con Franz Weibezahn Massiani, Erimar Vonder Osten, Luis Alberto Rivas Larrazábal, reciben de Eduardo Mendoza Goiticoa., designado por Rómulo Betancourt en 1945, como  ministro de Agricultura y Cría, padre de Antonieta Mendoza de López, madre de Leopoldo López, el Hato Masaguaral para explotarlo y convertirlo en una fundación, producto del usufructo de las tierras donde antes estuvo el Hato Flores Moradas, confiscado a la familia del dictador Juan Vicente Gómez. Allí los gringos han desarrollaron  un extenso cultivo de huevos de baba y otras especies de la fauna llanera. Con esas facilidades otorgadas por los gobiernos de la Cuarta República, el señor Carlos Larrazábal tiene, con sobrada razón, en decir que Venezuela ha retrocedido en lo económico 70 años. Sin dejar de mencionar que Carlos Larrazábal ha estado vinculado a Manpa, productora de papel, al diario El Nacional y Súmate, entre otros.
Definitivamente, los orígenes de Larrazábal están unidos a la genética de la Guipuzcoana, compañía que, a partir de 1730, monopolizó el comercio de Caracas con España. Por lo tanto, aplicando una comparación, pudiéramos decir que la Guipuzcoana fue la Fedecámaras del siglo XVIII, y que posteriormente se convirtió en la reunión de todos esos empresarios que han monopolizado la industria y comercio de Venezuela. De allí que el cambio político que propone es para retomar ese monopolio de las empresas del Estado venezolano. Es el fantasma de Miguel de Larrazábal que trata de retomar la vagancia en provecho de unos pocos y llevar a Venezuela a los avatares de la Cuarta República.