viernes, 14 de enero de 2011

José Miguel insulta a Venezuela

La dirigencia de la oposición del siglo XXI ha corrido a Washington para solicitarle a José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), la declaratoria ante la asamblea de ese ente internacional que Venezuela se ha convertido en un Estado antidemocrático y forajido, con la aprobación de una Ley Habilitante que le da al presidente Chávez, Poderes Extraordinarios suprimiendo la función de la Asamblea Nacional.

Esto se lo pueden creer los jóvenes y adolescentes nacidos en la década del 90 y uno más que otro de los 80. Pero, aquellos que tienen uso de razón y conciencia y forman parte de las generaciones de los 50, 60 y 70 deben recordar cómo se desarrolló la política de los gobiernos del 58, 63, 68, 73, 78, 83, 88 y 93. Especialmente aquellos posteriores a la Constitución de 1961.

La historia contemporánea de Venezuela, con sus altibajos, muestra sucintamente la manera como en los gobiernos anteriores a la democracia representativa que nos gobernó a partir de 1958, refleja además la suspensión de las libertades económicas durante el gobierno de Rómulo Betancourt que incluye la devaluación del bolívar, con su respectivo control de cambio. Pero, esto se olvidó.

Sin embargo, Carlos Andrés Pérez y su partido Acción Democrática, tomando las atribuciones que le otorgaba el Capítulo II, artículo 190, ordinal 8 de la Constitución de 1961, el Congreso Nacional, el 30 de mayo de 1974, le otorga poderes extraordinarios, a través de una Ley Habilitante, para dictar medidas económicas y financieras por decretos. Esto no es antidemocrático. Como diría un viejo amigo: La salsa que es buena para el pavo también para la pava.

Es evidente que el informe presentado a José Miguel Insulza, quien el 23 de abril de 1999, como canciller de Chile, abogó ante España y Gran Bretaña la liberación y pronto regreso de Pinochet a su país, es una demostración que el actual secretario general de la OEA no tiene talante democrático ni mucho menos por la autodeterminación de Venezuela como nación libre y soberanía. Por ello es un insulto que hable de usurpación.

lunes, 10 de enero de 2011

Vayamos al rescate de nuestra identidad oriental

Nos llamó la atención la entrevista a la periodista Ana María Hernández, publicada en una revista de circulación regional, donde utiliza una cita al referirse a los tres mejores discos de 2010. La comunicadora, especialista en el tema cultural, recomienda una producción discográfica de una fundación tabacalera que recopila música de nuestra tierra. En sus palabras llama a resaltarlo, “porque oriente es una de las regiones venezolanas que está olvidando dramáticamente su música popular y tradicional”.

Lo más triste, en lo dicho por Ana María Hernández, es la gran verdad que ello refleja: Oriente  está olvidando dramáticamente su música popular y tradicional. Desde hace casi 50 años nuestra identidad folclórica y musical ha sido desplazada por otros géneros, donde nosotros, como comunicadores sociales, hemos sido responsables de ello. Preguntamos: Cuántos programas de música oriental se transmiten en las emisoras de la zona. Respuesta: Ninguno.

Sin embargo, la catajarria de programas con música del llano inunda a toda hora el dial de emisoras AM y FM. Sin mencionar a los canales de televisión regional, los cuales en total deformación de nuestro gentilicio, la denominan música venezolana. Acaso, el golpe estribillo, el joropo oriental, el polo margariteño, entre otros, también no es música venezolana. Por Dios.

No pretendo ser melófobo a otras expresiones folclórica. Pero, necesariamente debemos revisar el concepto de identidad cultural, conformado por nuestros valores, tradiciones, creencias y los elementos que le dan características propias a nuestro sentido de pertenencia. Quizás los cambios musicales que se viven en los medios audiovisuales sean producto de la comercialización que deben tener en sus parrillas (programación), por aquello que la música oriental no vende publicidad.

En cada navidad, el estigma maracucho. No tengo nada contra los zulianos. Es el arropamiento que hace la gaita del aguinaldo, la parranda y el propio villancico. Inclusive, también los medios audiovisuales de la región  han contribuido ha desplazar la expresión musical del oriente, para sustituirlo por estos temas.

Igual ocurre con el beisbol, en razón a la eliminación del Magallanes. Cuando Caribes de Anzoátegui  juega en su propio terreno, la gente que asiste a estos encuentros, lo menos que hace es apoyar al equipo de la casa. Vamos a rescatar nuestra identidad y sentido cultural del oriente venezolano.  Feliz año 2011.