lunes, 12 de marzo de 2018

La Cosiata del 2021*


Tal como lo define el escritor José Ameliach, la palabra Cosiata proviene del italiano e identifica el teatro de comedia sin ningún tipo de trascendencia. Por lo tanto, no sorprende que este émulo de lo hecho por Páez y Santander en 1826, para acabar con la Gran Colombia, tenga un parecido con el Frente Amplio por una Venezuela Libre.
Si, la Cosiata ha resurgido de las cenizas de la mano de los mismos que el 11 y 12 de abril de 2002 propulsaron un Golpe de Estado contra el comandante Hugo Chávez, Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela.
Esta Cosiata del siglo XXI, no es más que la bufonada de una clase política que se autodefine como sociedad civil que representa el Neoliberalismo de Santander, cuyo patrocinador es Juan Manuel Santos, representante de esa oligarquía colombiana que arrebató a Simón Bolívar el proyecto de la Gran Colombia, y que descansa en el brazo del paramilitarismo del narcotraficante Alvaro Uribe Vélez. 
Esta burda comedia, montada en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela, tiene como guión buscar rescatar el orden constitucional y la democracia del país. Allí participa un elenco de una sociedad civil que tiene casi veinte años caminando por las grandes avenidas del Este de Caracas, unos partidos políticos que en cada evento electoral son derrotados por la revolución, unos  ex chavistas que afloraron en su mediocridad ideológica, una Iglesia Católica que ahora se pelea entre ellos mismos por el control de la Conferencia Episcopal y unos movimientos sociales que solo mencionar a Fedecámaras y la CTV, nos dejan llegar a la mente un Carmona Estanga, un Juan Fernández y un Carlos Ortega anunciando un paro indefinido que aún anda por los cementerios de Venezuela como un fantasma que pide agua bendita para descansar en paz.
Han manifestado que buscan alertar, incluyendo a Henri Falcón, sobre un nuevo fraude del Consejo Nacional Electoral, para perpetuar al “dictador” Nicolás Maduro, cuando allí mismo, en ese frente, están quienes coronaron a Pedro Carmona como un reyezuelo que eliminó la Constitución de la República Bolivariana, por la carta dictada por Rómulo Betancourt en 1961.
Pero, lo más insólito de este Frente Amplio es que allí están Ramón Guillermo Aveledo, quien acabó con el beisbol profesional en el 2002, el inquieto Henrique Capriles, quien por cierto se sentó al lado de Henry Ramos Allup, a quien calificó de tumor purulento, pero pudiéramos calificarlo de fibroma presidencial, en vista que no cuajó su aspiración a la silla de Miraflores. 
Este nuevo grupo, porque de frente no tiene nada, al menos que la hayan bautizado así en reconocimiento a Julio Borges, por continuar buscando por el mundo más sanciones para Venezuela, es una nueva derrota anunciada por los resultados electorales del 20 de mayo.

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