lunes, 29 de noviembre de 2010

La basura en Barcelona: problema de hace 200 años

El 30 de diciembre de 1811, Juan Buscat, ciudadano francés que llegó a Barcelona para dirigir el viejo hospital de El Hospicio, envió una comunicación a la junta patriótica que se instaló en esta ciudad el 27 de abril de 1810, donde presentaba un prospecto para evitar las desgracias que consumían a esta tierra, producto de las constantes inundaciones producidas por el río Neverí.

Este comentario, a raíz de la fuerte lluvia caída el pasado jueves en la capital del estado Anzoátegui, demuestra que el problema no es nuevo, sino que es consecuencia de hechos que se han venido acumulando por más de 200 años. Donde, por supuesto, voces agoreras de quienes tuvieron responsabilidad de gobierno en los últimos cincuenta años, pretenden encabezar movimientos para reclamar lo que ellos no pudieron resolver.

Buscat describe en el documento histórico que el río Neverí alberga en su cauce troncos y ramas, producto de la misma actitud de sus habitantes de lanzar a sus aguas desechos de animales sacrificados en los mataderos de la zona. Allí menciona el francés el sector La Matanza, responsable de esa situación de inundación.

Advierte que de continuar esta situación, Barcelona estaba propensa a desaparecer bajo las aguas del principal río, hecho que se presentó entre 1807 y 1809. Por lo tanto, sugirió elevar los suelos de la antigua Barcelona, en todo caso, mudarla a otro sector que bautizó como Puerto Neverí. Saben ustedes cuál fue ese sitio sugerido por Juan Buscat: El Cerro El Morro.

Pero al retomar el informe del francés que quemó el retrato de Fernando VII, en la plaza Mayor (Boyacá), el 27 de abril de 1810, donde describe la actitud irresponsable de los habitantes de la ciudad mudada a su actual sitio, de lanzar todo a los arroyos y quebradas, esa situación no ha cambiado.

Por más operativos de limpieza que hagan a los arroyos, la actitud del barcelonés sigue siendo la misma de la gente de la colonia. El facilismo para lanzar la basura a orillas de los cauces o cualquier terreno baldío, y no aplicar la conciencia para una mejor sanidad de la ciudad, llevará a Barcelona a seguir sufriendo esta calamidad.

Eso no es culpa del actual gobierno, sino de nosotros que nos acostumbramos a botar cachivaches, escombros y cualquier tipo de desperdicio sin esperar al camión del aseo urbano. Esa imagen la veo desde que tengo noción como ciudadano y nacido en la capital del estado Anzoátegui.

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