lunes, 6 de septiembre de 2010

Sabotaje eléctrico

Con menos de cincuenta años de construida, la subestación Barbacoa, ubicada en el municipio Bolívar, no había tenido una contingencia como la ocurrida el jueves 2 de septiembre, cuando ocurrió una explosión en el transformador de 100 MVA que suministra energía eléctrica a Bolívar, Píritu, Peñalver (Circunscripción tres), Sotillo y Urbaneja (Circunscripción cuatro), además de Bruzual y San Juan de Capistrano. Qué casualidad.
Y qué casualidad, faltando apenas 22 días para las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre, ocurre este hecho que afectó a casi un 70 por ciento de la población del estado Anzoátegui, donde se concentra el mayor número de electores. Esto sin contar los constantes apagones que a diario se suscitan en los sectores populares.
Qué casualidad que el incendio comenzó a las 3:45 de la tarde, pero ya a las 2 de la tarde diversas comunidades del municipio Simón Bolívar estaban sin “luz”. Los propios vecinos de la subestación Barbacoa, en declaraciones a un medio local, comentaron que, en tantos años, primera vez que ocurre esa contingencia.
Sin embargo, para quienes tenemos la posibilidad de realizar análisis de entorno, desde el punto de vista periodístico, se pudieran manejar varias hipótesis. Una de ellas pudiera enmarcarse en un sabotaje eléctrico, tomando en cuenta las disidencias políticas que internamente existen en la industria energética. Por supuesto, eso hay que probarlo a través de una investigación.
Allí, en el seno de Cadafe hay varios factores que encierran diversos factores. Pero, afortunadamente hay un sector de la industria eléctrica que hace su trabajo de manera solidaria. Hay otros que se acercan hasta la mesa estratégica de la oposición para jugar al caos.
Para nadie es un secreto que las fallas en la energía eléctrica, la descalificación de los cuerpos policiales, el caos en la recolección de la basura, entre otros, forma parte de una cartilla generada por quienes no tienen la posibilidad de lograr los votos por la vía democrática. Dios quiera que en Cadafe no esté ocurriendo lo mismo que pasó en Pdvsa en el 2002: Un sabotaje.

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