sábado, 5 de junio de 2010

Los derechos de las víctimas del hampa


El creciente número de víctimas del hampa ha sido, y es,  una de las características de esta sociedad, en la cual el imperio del delito conlleva a que la impunidad  es  signo evidente de que no hay justicia. Los titulares de los medios de comunicación, corroboran que el grave deterioro de nuestras comunidades está enlazado con elementos distorsionantes de lo que es la aplicación de la ley.
En una relación de los crímenes cometidos durante el mes de mayo en el estado Anzoátegui, 43 fueron por armas de fuego y  cuatro por armas blancas, y una por mandarriazo en la cabeza. Los homicidas, dónde están. Es la pregunta que se hace el común de los anzoatiguenses.
A pesar de que el Estado realiza gastos para mejorar las condiciones de operatividad de los cuerpos policiales. Sin olvidar la formación profesional del funcionario. Algunas veces, esto no vale nada en momentos en que enfrenta el hecho criminal. De todas formas, la acción policial también es criminalizada.
Otro hecho significativo de la situación delictiva, es que se comete el hecho, entre ellos homicidios, por lo cual los familiares de las víctimas claman por justicia en todas las instancias responsables de dar respuestas. Han ido a todos los centros de administración penal. Sin embargo, el silencio es el método para que continúe la impunidad.
Como periodista profesional, al servicio de quién no tiene voz para reclamar,  es valedero que los familiares de las víctimas del hampa también tengan acceso a las respuestas que deben darle los operadores de justicia. En este caso jueces y fiscales. La ley  no es solo para quienes se creen dueños exclusivos de los derechos humanos.

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