Show político

Con esta frase el presidente de la República se refirió este viernes a quienes utilizan los medios para crear matrices de opinión que afecten el desarrollo político, social, económico y cualquier otro ámbito. Estamos de acuerdo con esta expresión que no solamente la utiliza Hugo Chávez, sino que es una referencia constante en el común de los ciudadanos.

El reciente accidente ocurrido en la plataforma Aban Pearl que zozobró en el golfo de Paria, y que forma parte del Proyecto Mariscal Sucre, es una de los mejores ejemplos de lo que significa el show al cual nos tienen acostumbrados, quienes sin conocer el manejo de la industria petrolera utilizan los espacios mediáticos.

Pero, no solo es el show político. Sino el uso que de la internet hacen choros (llamarlos delincuentes les queda muy grande) y prófugos de la justicia para difamar, calumniar y someter al escarnio público a quienes son sus enemigos por circunstancias inentendibles. Estos, quienes utilizan cualquier blog o página web, son conocidos como piratas de la información y chantajistas de la vida personal de quienes son sus víctimas.

Cuando son descubiertos de inmediato cambian de página y comienzan a identificarse con otros seudónimos o apodos. Sin embargo, en esta patria de Bolívar todos nos conocemos, tomando en cuenta fortalezas y debilidades. A quienes utilizan la candela para detractar a sus comunes, llegará el momento en que la justicia los atrapará para que paguen por sus delitos, tomando en cuenta que hasta tienen orden de captura.

Con elucubraciones chorísticas y con un alto grado de enfermedad sicótica, crean escenarios inverosímiles producto de su propia práctica. Muchos de ellos narcotraficantes, malvivientes y calumniadores de sus propias mujeres. Incluso morder la mano de quien les da de comer. Y que me perdonen los perros por la comparación.

Ellos en su diario uso de la descalificación, consiguen cómplices anónimos, sujetos de su misma cepa, que le dan fortaleza para seguir malandreando; y con ello desprestigiar las vidas de ciudadanos que tienen una condición moral y ética por encima de esos vagos del internet.