El mes de abril se
ha constituido para la oposición venezolana en una fecha cabalística, en vista
que los demonios se desatan en esa dirigencia precisamente ese mes, cuando están en la búsqueda de
elementos violentos para crear caos en el territorio nacional.
Todo comienza el 25
de abril de 1999, cuando estos mismos personajes rechazaron el llamado para la
elección de la Asamblea Nacional
Constituyente, en vista, según ellos, no hacía falta una nueva Constitución.
Pero que hoy defienden como si fueron ellos los redactores. En esa etapa, buscaron
boicotear el referendo consultivo, en el que la opción del “SI” ganó con un
72%. Allí comenzó el canto característico de “fraude”. Pero más crítico fue el
2002, con el Golpe de Estado que se desata el 11 de abril con la marcha desde
Pdvsa Chuao que pretendió llegar a Miraflores, ocasionando una veintena de
muertes. El 12 de abril echaron por tierra la Constitución y se juramentó Pedro
El Breve.
En abril de 2004,
la oposición decide recolectar las firmas, para revocar el mandato del
presidente Hugo Chávez, el cual es ganado por el Comandante de la Revolución
con un 59,06%. Sin embargo, Súmate, representado por María Corina Machado y
Tulio Álvarez, de la Coordinadora Democrática, publicó un informe preliminar
titulado Fraude a la Democracia. Una vez más desconocen la decisión soberana
del pueblo, bajo el intento de aplicar
el sofisma de la falacia.
En las elecciones
del 14 de abril de 2013, donde resulta triunfador Nicolás Maduro, como
presidente de la República, el candidato de la oposición Henrique Capriles,
manda a “descargar la arrechera” que tuvo como saldo final de siete muertos y 61 heridos, producto del
capricho de un aspirante que no reconoció el triunfo del actual mandatario
nacional.
Otro abril trágico
es el de 2017, que originó la impunidad
con la cual la ex fiscal general Luisa Ortega Díaz manejó ese conflicto,
comenzado el primer día de ese mes, y donde exculpaba a la oposición de haber
generado 4.182 guarimbas, con un saldo de 131 fallecidos, 5 de ellos quemados vivos.
Acción generada por Voluntad Popular, con el uso de adolescentes, situación
evidenciada en infinidades de videos, donde aparece Freddy Guevara, Juan
Requesens, Gaby Arellano y en Anzoátegui Armando Armas Cuartín. Estos sin
cuantificar La Salida, convocada el 12 de febrero de 2014, por Leopoldo López,
Antonio Ledezma, María Corina Machado y Henrique Capriles, que tuvo como
corolario 43 fallecidos. Pero, por cuestiones del cabalismo de la oposición,
abril también se hizo presente el 4,
cuando Leopoldo López fue acusado formalmente por la “correcaminos” Ortega Díaz,
quien en ese juicio fue contra “el coyote” Leopoldo López.
Por último el 2018,
comienza con la Cumbre de las Américas, llevada a cabo en Perú los días 13 y 14
de abril. Y vuelve abril. Allí se reconfigura la acción de los gobiernos de
derecha con el fin de seguir cercando a Venezuela política y económicamente, de
acuerdo a las directrices del gobierno de Donald Trump. Mientras que el día 9
de abril, el TSJ extraterritorial dictamina en Bogotá que existen méritos para
juzgar al presidente de la República.
Hoy los medios de
comunicación internacionales, convierten ese juicio del TSJ extraterritorial y
la Asamblea Nacional en un chiste, y lo califican de simbólica, porque están
claros que un presidente, en su condición de jefe de Estado, goza de inmunidad
fuera de su país, por lo que no puede ser detenido, salvo que sea enjuiciado bajo
el Estatuto de Roma, y esa jurisdicción es la Corte Penal Internacional (CPI).
Es la locura que
proviene de esa cábala que aparece en abril, por lo cual la decisión de la
Asamblea Nacional en desacato, tomando en cuenta las pruebas no mostrables, no
tienen valor jurídico ni legal. Por lo tanto, abril no ha terminado y la
oposición está convocando para el 27 de abril,
jornada de protestas en autopistas y calles, lo que se puede
considerar el reinicio de las guarimbas, bajo el sofisma de círculo vicioso.
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