Este
jueves 12 envié dos imágenes de una carta pública que una miembro directiva
nacional de la FESLEV-CLEV (Federación de Sindicatos de Licenciados de Educación de Venezuela- Colegio de Licenciados en Educación de Venezuela), dirige al ministro del MPPE Prof. Aristóbulo Istúriz,
para su lector y consideración.
Hoy
este gremio empandilla´o con sus pares arman una coalición invitados por
FEDENAGA (Federación Nacional de Ganaderos) para prender la mecha que tumbe a Maduro.
FEDENAGA
llama a su pretensión golpista "la guerra de la carne" y dice que
ella es la pólvora y los maestros los fusiles. En
cuanto a los gremios magisteriales que nos llaman a paro es bueno preguntarse
lo siguiente:
¿No
son los mismos que según los educadores vendieron las cláusulas de la II
CONVENCIÓN COLECTIVA ÚNICA Y UNITARIA DE LOS TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN?
¿No
son ellos los mismos que fueron tildados de traidores?
¿Desde
cuándo, entonces, andamos de la mano con traidores?
Es
bueno hacer opinión de lo leído, por eso adelantamos esta argumentación que una
terna de colegas discutimos brevemente y también a modo de CARTA PÚBLICA la
dejamos para su consideración.
HE
AQUÍ NUESTRA OPINIÓN.
Las
luchas sindicales y magisteriales datan de las postrimerías del siglo XIX. Entendemos
también que después de la Guerra Federal, la educación tomó, además, de un rumbo
más institucional lo hizo al mismo tiempo más formal y organizado.
El
gobierno de Guzmán Blanco desarrolla en ese entonces una significativa reforma
educativa sobre la que monta la orientación del país, utilizando como
herramientas la instrucción y todos los aspectos del sector educativo.
Es
cierto que Guzmán Blanco adoptó el positivismo, pero el decreto de 1870 que
promovía la educación pública y un SISTEMA educativo gratuito y obligatorio fue
para el momento un hecho de indiscutible profundidad.
Todo
lo que posteriormente se desarrolló tiene fundamento en el empuje que dio a la
educación el gobierno de Guzmán Blanco.
Y
fue tan notable el acento Guzmancista en la educación, que un gran número de escuelas que en su
período se crearon, en contraste fueron pereciendo después de gobierno.
Allí
en ese contexto entra la Sociedad de Amigos del saber, que no pudo influir en
su recuperación pues aunque mostraba gran preocupación por la ruindad en que
iba cayendo la educación, esta Sociedad de Amigos del Saber tenía un carácter
más investigativo y académico que político.
Sin embargo,
y sin entrar a citar otros decretos o proyectos que tenían que ver con la
educación primaria y superior, si podemos ubicar en 1894 la organización del
"Gremio de Intitutores".
Este
gremio vendría a estrechar relaciones y a organizar a los docentes, lucharía
también por detener el desmejoramiento de la educación y la instrucción, por el
reconocimiento de los méritos docentes, por bibliotecas, etc, etc, etc.
Por
tanto la Sociedad venezolana de Maestros
de Instrucción Primaria que se constituye en 1932, y de la cual su primer
presidente fue el maestro Prieto Figueroa, no es como nos lo vendió la
historiografía de la 4ta República, el primer órgano gremial venezolano. Por
aparecer más tarde no pierde significación, eso lo aclaramos. Pero no es la
semilla de las luchas gremiales.
El
Gremio de Institutores creado en 1894, fue y debe ser considerado, eso si, el
antecesor y primer movimiento gremial del magisterio. Y nosotros, reconocer a
los doctores Rafael Ugueto, Prudencio Diez, Napoleón Lander, entre otros; asi
como a los bachilleres Pedro Ruíz, Gaspar González y Tomás Mármol, como algunos
de los que contribuyeron con esta génesis.
Posteriormente
y a pesar de la falta de estímulo siguieron adelante y celebraron con éxito en
1985 el Primer Congreso Pedagógico Venezolano, como terreno de propuestas y
debates que buscaba esclarecer y reorientar la educación.
Todo
estas precisiones para insertar las contrastables declaraciones de la miembro
directiva de FESLEV-CLEV, que reclama con razón matemática, pero sin moral
histórica-gremial unas reivindicaciones
que, (según ella) sume en la precariedad al docente venezolano, cuando
justamente con herramientas matemáticas puede demostrársele en la realidad el
poder adquisitivo del nuevo salario docente.
Quienes
ayer por razones política-partidistas, callaron ante la asfixiante posición de
gobiernos pretéritos que ahogaron por largos períodos la educación y
marchitaron el florecimiento de generaciones y generaciones de maestros que
hubiesen encumbrado a otros niveles el desarrollo nacional, no tienen una
bandera limpia y flamante que exhibir ante los educadores.
Aquellos
gremios que ayer escamotearon los anhelos sentidos del pueblo magisterial, no
deben mostrar memoria tan corta como para no reconocer en esta Revolución, el
mayor número de preocupaciones atendidas en nuestro gremio.
No
puede, la FESLEV-CLEV, a través de esta licenciada, a punta de pura retórica
sindicalera descalificar un SISTEMA naciente, precisamente en momentos de
delicada situación política de nuestra nación, no se podía esperar más.
Cuando
tenía que dar paso a un discurso de actualidad da por terminado el panfleto, ya
que es claro y no hay duda de ello que necesitamos un nuevo tabulador salarial
en el marco de la reconversión monetaria,
respetando nuestros logros reivindicativos alcanzados con nuestras
luchas, respetando nuestra contratación en términos de lo acordado en el ámbito
salarial económico y social y en lo pedagógico ya que no se puede por mucho
bolívar anclado al Petro involucionar en lo que se ha ganado con tanto sudor y
sangre magisterial.
Eso
seria negar el carácter revolucionario, aún con marcado reivindicativismo,
debemos reconocerlo, de lo que hemos fraguado en extenuantes luchas sindicales
y en si misma estas como mecanismos para avivar la llama del trabajo liberador
que se enfrenta a la explotación del patrono.
Negar
todo esto es como negar nuestra condición docente contestataria y nuestra
memoria histórica sindical que se enfrentó a federaciones vendidas, a un
gobierno-patrón de espaldas a la educación y a su magisterio.
Por
ello, licenciada, no nos confunde su escrito aparentemente inofensivo y
barnizado de aglutinadores pareceres magisteriales, ese entusiasmo
contrarrevolucionario que trasciende, que aflora del escrito, es prueba, una vez
más, que el mundo sindical Cuartorrepublicano, que persiste hasta hoy, no se ha
quitado la máscara de la hipocresía y del engaño. Más de lo mismo.
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