El
escándalo se escuchaba en algunas cuadras del Paseo La Castellana de Madrid,
allí donde está el Hotel Ritz. Una comisión de la Guardia Civil se trasladó al
sitio, pero no pudieron acceder, pues la discusión se originaba en la suite
presidencial, de unos de los hoteles más viejos de España. Qué bochorno, decían
algunos transeúntes, en vista que los pendencieros ni siquiera respetaron que
muy cerca de allí está uno de los centros culturales más importantes de la
“madre patria” como es el museo del Prado.
Un
trabajador de mantenimiento de las 137 habitaciones del hotel, encargado de
vestir las recámaras con sabanas de lino, comentó entre sus compañeros que la
discusión era entre don Antonio Ledezma y Díaz, conde de San Juan de Los Morros
y don Julio Andrés Borges Junyent, un blanco de orilla, hijo de inmigrantes
enemigos del franquismo, por lo cual esa condición no es del agrado del
emérito Rey Juan Carlos, hijo “in vitro”
del dictador Francisco Franco.
El
obrero hotelero dijo que logró escuchar que el parloteo era por una banda.--
Hasta donde yo sé, dijo Pepe González, ninguno de los dos son músicos. Qué
músicos-- exclamó María de Los Angeles Murcia, mucama de la suite.—Ellos se
están peleando es por la banda presidencial de una de nuestras colonias,
conocida como Venezuela. –Cómo. Qué banda presidencial—preguntó Antoñito, un
viejo fontanero del Ritz—Por lo que escuché, precisó Pepe González, Borges le
reclamó a don Antonio que la banda presidencial era un derecho adquirido por
haber salido primero de Venezuela para luchar contra el régimen de Nicolás
Maduro.
--Mira
Antonio, tú apenas tienes seis meses que saliste de Venezuela y ahora quieres
que el TSJ legítimo te nombre presidente. No me la calo. Ese es un derecho
intransferible por mis años de lucha. Quién llamó a desconocer a Chávez en
2002. Yo. Quién comenzó a pedir sanciones contra Venezuela. Yo. Incluso de reunirme con el pana Rajoy
acompañado de Lilian Tintori.Quién consiguió los 16 millones de dólares que
entregó Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos. Yo.
Desorientado,
don Antonio Ledezma y Díaz, replicó:--Tú podrás haber hecho todo lo que tú
quieras, pero mi prestigio ha estado y está por encima de todas las cosas
terrenales que has dicho. Le recomendó a Cejota que revisara las redes
sociales, para que viera el nivel de aceptación que tiene entre los
venezolanos. A ti te llaman traidor y vendepatria. –Carajo yo también haría lo
mismo, si tuviera una partida de cáfilas como tú, encabezado por Richard
Blanco, donde inunda las redes sociales.
Ledezma
le confesó a Julio Borges que la banda presidencial está casi lista. – De su
confección están encargadas las hermanas Benedictinas de la Adoración Perpetua.
Eran casi las cuatro de la mañana, y aún la discusión no terminaba. De la
gerencia llamaron a la suite presidencial, reclamando respeto para el resto de
los huéspedes.
De
la recepción hablaron con don Antonio Ledezma y Díaz, recordándole la deuda del
mes, por el orden de 154.080
euros. Cada día de alojamiento está por el orden de los 5.136 dólares. El conde
de San Juan de Los Morros presentó disculpas al gerente, y le recordó que la
deuda del hotel corre por cuenta del gobierno español, y que remitieran la
factura a Cristóbal Montoro, ministro de economía de Mariano Rajoy.
El
presidente exterino de Venezuela, le pidió a Cejota que lo dejara solo. Por su
edad no podía seguir discutiendo. Por lo pronto, se acostó en la cama King size
de la suite presidencial. Mientras Mitzy junto con sus hijas,andaba por la
calle Velásquez, precisamente en la discoteca la Gabana, donde acuden celebridades
y un dresscode con las copas más caras de Madrid. Total eso iba a cuenta del
gobierno de Ledezma, pero en el 2000 nunca.
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