Se
demuestra, una vez más, que los ciclos históricos se repiten. El
escenario concurrente de ese hecho es, nuevamente, Guyana. Con la
revelación hecha, este jueves, por la Vicepresidenta Ejecutiva de la
República, Delcy Rodríguez Gómez, con un audio en el que Vanessa
Neumann, gringo-venezolana, nacida en Caracas, y nieta de aquel
famoso industrial Cuarto Republicano, Hans Neumann, fundador del
Grupo Corimon o Pinturas Montana, muy cercano a Rctv. Además
copropietario de los medios impresos The Daily Journal, El Diario de
Caracas y Tal Cual. Pero no sigamos con la historia del abuelo, sino
con Vanessa, quien como gringa reencauchada, asume su forma de hablar
como lo hace quien no habla bien el español, ha hecho su carrera
profesional en Nueva York. Es decir su condición patriótica no
existe. Ella ha propuesto al comisionado de Whitedog, Manuel
Avendaño, un plan para entregar a Guyana, condicionando el respaldo
de ese gobierno al autoproclamado.
Es
la lucha de quienes no sienten a Venezuela como su verdadera patria.
Sino que a cuenta de tener posiciones supremacista, ven nuestro
territorio como una porción de riqueza para entregársela al mejor
postor. Así sea como parte de un negocio para obtener el poder
político a toda costa.
Pero,
no es la primera vez que esta oligarquía, heredera de la Compañía
Guipuzcoana, negocian y piden una intervención extranjera. En 1861,
los Zuloaga, Mendoza, elementos antecendentarios de María Corina
Machado, ella es una Zuloaga, bisnieta del fundador de la
Electricidad de Caracas y Juan José Mendoza, tatarabuelo de Leopoldo
López, junto con Pedro Gual, enviaron una carta a la Reina de
Inglaterra, solicitando la intervención tutelar de Venezuela, dando
como garantía de pago por las deudas, el Territorio de la Guayana
Esequiba. Era presidente de la República, José Antonio Páez, quien
ordenó la apertura de un juicio por traición a la patria. Sin
embargo, ese juicio no se llevó a cabo por la Guerra Federal.
Es
lo mismo que hacen Juan Whitedog, Vanessa Neumann, Antonio Ledezma,
Julio Borges, Diego Arria, y por supuesto los herederos de Nicómedes
Zuloaga, es decir María Machado y los descendientes de Juan José
Mendoza, los Leopoldo López, padre e hijo, quienes ponen como
garantía la reserva petrolífera más grande del mundo, es decir la
Faja Petrolífera del Orinoco. Pero no ahora al imperio británico,
sino al imperio gringo. Qué tal.
Es
hora de abrir un juicio público a estos mal llamado venezolanos. Hay
que pedir a nuestros juristas la redacción de un documento para la
recolección de firmas en las plazas Bolívar para su presentación
ante la Fiscalía General de la República y el Tribunal Supremo de
la República para que sean sometidos a juicio por traición a la
patria.
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