Una de las
características de nosotros, los venezolanos, es que la capacidad de
asombro se ha ido perdiendo ante la acción convulsionada de un país
que denota un cambio constante de ánimo. Una de las últimas
situaciones, de ese imaginario que ha puesto en práctica la Derecha
venezolana, es la posición del autoproclamado Juan Whitedog de
asistir a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas
(ONU), para apoyar a Colombia. Esto tiene un significante: Whitedog
se siente más colombiano que venezolano. Whitedog representa el
espíritu de Santander.
En el Diario de
Bucaramanga, el propio Libertador Simón Bolívar, hace al coronel
Luis Peru de Lacroix, el 5 de junio de 1828, una descripción moral
de Francisco de Paula de Santander, a quien califica de pérfido y
criminal. En consecuencia, Whitedog, junto con los demás diputados
de la Asamblea Nacional.
Para ello, y tomando
la cita textual del Diario de Bucaramanga, el Libertador destaca que
Santander, como granadino, es el jefe natural de todos los
trastornadores y descontentos de Colombia, en vista de que excita el
odio contra todos los venezolanos.
Como venezolano, que
tenemos como norma defender a la patria de aquellas posiciones que
infieren contra nuestra identidad, estamos resteados contra aquellos
que se inclinan ante el cuadro irreverente de Álvaro Uribe Vélez,
quien cotidianamente le escribe el libreto contra Venezuela a Iván
Duque.
Entendemos que para
hacer oposición se requiere asumir posiciones, aún cuando la misma
vayan contra la patria. Estos hijos bastardos que tiene Colombia en
Venezuela les llegará el momento de rectificar.