Como en aquellos tiempos de Carmen Teresa Albanes,
quien asumiera el papel de la inquisición electoral, cuando la Mesa de la Ultra
Derecha anunciara la quema de los cuadernos en febrero de 2012, hoy la
Confederación Galáctica de la Pupusición anuncia una nueva incineración de los
cuadernos que usarán este domingo 16 de julio en un ilegal plebiscito no
contemplado en nuestra Constitución Nacional.
El mensaje de la Derecha, ante un proceso comicial
apóstata, que busca esconder con la quema de los cuadernos un resultado
imaginario tiene como fin seguir con la oferta engañosa de que una vez más
saldrán de Nicolás Maduro.
Comenzó con Ramos Allup, quien anunció, como
presidente de la Asamblea Nacional, que en seis meses saldrían del “chofer
presidencial”. Pues, ahora, van con una suerte de jugar a la insurrección “civil”,
con la idea de hacer creer que Venezuela está dividida.
Hoy Freddy Guevara está convencido que es el
General Montgomery de los malandrines que se hacen llamar “Libertadores”. O de
observar por la rendija de la puerta a un Julio Borges que todas las noches se
prueba una banda presidencial. Convencido que será el mandatario de transición.
Ahora el anuncio de la quema de los cuadernos
electorales, este 16 de julio para que no se “descubra” quiénes y cuántos participaron
es una historia más que cantada. Recordemos que mediante la argucia en la
Cuarta República hasta los muertos votaban. Este domingo, muchos cadáveres
insepultos saldrán de sus tumbas, para formar de aquel Thriller que en 1982
impuso Michael Jackson.
Sin embargo, el tema no son los 14 millones de
votantes que anunciará Julio Borges. Ni cuántas empanadas con carne adentro
repartió Henrique Capriles, para apoya la logística de los representantes de
mesas. No ese no es el tema. El asunto es la quema de los cuadernos. Será que
le quedó el gusto de quemar gente en las elegantes zonas de Altamira. O atacar
con morteros a la Guardia Nacional en el municipio Urbaneja. He allí la
historia.
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