Para la Fiscal General de la
República, su situación, como representante de la Vindicta Pública, se ha transformado
en un hecho muy controvertido. Especialmente cuando sus funciones es garantizar
la acción penal, de acuerdo al artículo 285 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y no promover una acción que la presenta al margen de
la Ley, por cuanto ella representa al Estado y, por ende, no puede actuar
contra ella misma.
Quien está asesorando a Luisa
Ortega Díaz le está señalando un camino distinto a lo que debe ser su condición
como integrante del Consejo Moral Republicano. En su conjunto, este órgano de
expresión del Poder Ciudadano, tiene sus atribuciones constitucionales, por lo
cual la Fiscal General está violando la norma prevista en nuestra Carta Magna.
Ahora, al desconocer el principio
Constitucional estatuido en los artículos 347, 348 y 349 del máximo
ordenamiento jurídico de Venezuela, la Fiscala General se contradice ella misma
en lo que ha predicado: defender la
soberanía popular y la democracia participativa y protagónica de todos los
venezolanos.
Entonces, señora Fiscal, las
largas colas que se originaron en las sedes del CNE en todo el país, para la
inscripción de los aspirantes a formar parte de la Asamblea Nacional
Constituyente, que se elegirá el 30 de julio, es para usted un Falso Positivo. O es que para
Luisa Ortega Díaz la participación protagónica válida, es la que ejercen los
terroristas que en nombre de la oposición han ocasionado muerte y desolación en
los pequeños espacios territoriales donde actúan. Si ese es el venezolano que
defiende Doña Luisa, mejor es que pase a ejercer otro oficio o dispute a Lilian
Tintori la dirección y coordinación de Voluntad Popular. Ese papel si le queda
bien.
Utilizar el argumento que se está
destruyendo el legado del presidente Hugo
Chávez, y que el chavismo es una corriente del pensamiento, no es un partido
político, explíqueselo a sus nuevos socios políticos. Ellos en 19 años,
precisamente, son los que han buscado la desaparición y extinción de esta corriente política.
El pensamiento Bolivariano y
Chavista es una doctrina, basada en principios filosóficos e ideológicos,
enmarcada en la Constitución que hoy se busca mejorar, por propuesta del
presidente Nicolás Maduro, para proteger y blindar las conquistas sociales
generadas a través de las Misiones y Grandes Misiones.
Estoy convencido que la Constituyente
Va, y el 30 de julio lo demostraremos. En consecuencia, quien saldrá con las
tablas en la cabeza será la Fiscal General. Después de ello, ni sus nuevos
socios la defenderán, cuando por decisión de la nueva Asamblea Nacional
Constituyente salga del cargo.